Cistografía,
Técnica.
Maricar Angulo (D.E.)
La cistografía
es una técnica radiológica que consiste en poner de manifiesto la vejiga urinaria
mediante un medio de contraste. Existen dos métodos; en uno se aprovecha el
contraste excretado por los riñones en una urografía endovenosa y en otro se
introduce el contraste directamente a través de una sonda.
Vamos a hablar
de esta última técnica por ser la específica para la investigación del reflujo
vesico-renal en las infecciones urinarias. También se utiliza para el estudio
del tramo urinario inferior mediante la cistouretrografía miccional seriada
(CUMS). Aunque el tramo urinario inferior se puede estudiar con CUMS post IV
preferimos usar la retrógrada por la mayor concentración del medio de contraste
que nos da una mejor imagen y el poder controlar el momento de la micción del
niño con la replección vesical a voluntad.
Su indicación
principal es el estudio del reflujo y del tramo urinario inferior (uretra).
Preparación
- No precisa
preparación alguna.
- Dejamos al
niño en ayunas unas dos horas previas al examen, para evitar algún vómito.
- Cobertura
antibiótica en lactantes, sobre todo si se sospecha de reflujo o uropatía
por Eco. Antibiótico de elección (el que tome como profilaxis
o tratamiento) a dosis plena durante 5 días: dese 2 días antes
hasta 2 dáis depués de la de la exploracíon.
Contraste
Se usa contraste
yodado convencional (meglumina, etc) diluido con suero, de manera que la disolución
contenga de un 15% a un 18% de yodo. Se puede usar una mayor concentración del
25 al 30%, cuando deba ponerse de manifiesto algún detalle anatómico.
La concentración
debe prepararse en una botella estéril, con el mismo equipo y cuidados que si
si se tratase de una perfusión venosa.
Todo el material
debe de estar perfectamente esterilizado.
Técnica
Una vez colocado
el niño en la mesa de RX y tras practicar la Radiografía simple se procede a
la limpieza y desinfectado meticuloso de los genitales externos con un antiséptico.
En ocasiones
se pueden detectar malformaciones que han pasado desapercibidas al clínico como
pueda ser un moderado hipo o epispadias y sobre todo sinequias labiales en niñas.
Se procede al
sondaje vesical con las máximas medidas de asepsia, material estéril, guantes
y lubrificante esteril y de un sólo uso. La sonda utilizada es una sonda recta
de alimentación (conexión luer) de 6 French (hasta los 12 meses)
o de 8 French (mayores de 12 meses).
Nunca
deben usarse sondas con balón tipo Foley.
El frasco que
contiene el contraste debe elevarse entre 50-90 cm. de altura respecto al pubis
del paciente. En general, tiende a situarse alto porque entra mejor aunque llore
el niño. Téngase en cuenta que la presión vesical fisiológica es de alrededor
de 20 mm de Hg (15 cm de agua)... Por
ello, es recomendable bajar la altura (a 30-50 cm) si existe un reflujo masivo
a fin de evitar roturas del fornix calicilar o provocar reflujo intrarenal.
Una vez conectado
el sistema se llena la vejiga practicando una radiografía a máxima replección
y posteriormente tras retirar la sonda, placas miccionales.
Debe practicarse
una radiografía en el momento que se detecte un reflujo.
Las placas miccionales
se practicarán en la oblicua anterior derecha (por defecto) o oblicua del lado
del reflujo (si se observa o es un control) y con la vejiga casi vacía para
visualizar mejor el uréter terminal.
Se termina con
una placa post-miccional. Si ha existido reflujo masivo, se puede completar
con una tardía a los 10 minutos para ver el vaciado del reflujo.
La cantidad
de radiación depende de la experiencia del que practica la técnica. Debe realizarse
prácticamente sin escopia (0.2-0.4 min).
Cistografía
Cíclica: Es una variante para intentar descartar reflujo en los
niños hasta 12 meses de edad. Como en el niño pequeño es difícil lograr
la máxima replección vesical y el reflujo es en ocasiones intermitente,
parecía factible (y así estaba publicado) que se aumentaría
la sensibilidad de la cistografía.
Consiste
en practicar la cistografía clásica con una sonda fina (6 French) y efectuar
los estudios miccionales (CUMS) sin retirarla. Si no existe reflujo nos
permite volver a llenar la vejiga hasta un total de 3 veces, practicando
solamente una placa tras cada una de las micciones y se detiene el ciclo
en cuanto se detecta reflujo. El estudio comprende las mismas radiografías
que el estudio convencional más dos placas post-miccionales. Se practican
sin control radioscópico por lo que no debe causar una mayor irradiación
del paciente.
Protocolo de Cistografía Cíclica
Durante 4 años se practicaron todas las cistografías
en niños menores de 1 año con el protocolo de estudio cíclico
de 3 micciones. La técnica minimizaba el uso de la fluoroscopia evitando
aumentar la dosis total recibida por los pacientes.
Los resultados (pendientes de publicación) no mostraron
la superioridad de está técnica sobre el método tradicional
de una sola replección-micción. (E)